Violeta G
Lo que yo destacaría como lo más maravilloso es como Pilar, a través de la homeopatía y otros remedios naturales, nos ha podido dar solución a situaciones en las que la medicina tradicional no nos las daba. Quizás no fueran graves, pero sí que restaban calidad de vida. Pilar es una médica muy cariñosa, comprensiva, respetuosa, que sabe ver a la persona en su conjunto. Aspectos que uno no ve en sí mismo como síntomas, ella los sabe identificar y vincular a la enfermedad principal. Para nosotros ha supuesto un cambio, y me parece indispensable su acompáñamiento en la crianza de mis hijos:
– en los embarazos, he podido evitar tomar antibióticos /otros medicamentos para situaciones habituales, como las infecciones de orina, el estreñimiento o la inflamación de las piernas.
– con los bebés, Pilar nos ha aportado soluciones para situaciones como dolores de los dientes, cólicos o trastornos del sueño. A nosotros siempre nos alucinó como con una sola toma se les cortaba la irritación del culete ocasionada por las babas de la dentición.
– mi hijo, con año y medio, tuvo convulsiones febriles. La única solución que nos daba la medicina tradicional era el paracetamol para intentar evitar picos de fiebre y la esperanza de que se le fueran a los 6 años. Pilar vio a mi hijo en su conjunto, el cuadro que presentaba no sólo eras las convulsiones, estaba irritado, no podía dormirse, y más cuestiones (como las mejillas rojas como Heidi). Le puso un tratamiento y se corrigió la situación. En gripes posteriores ha tenido fiebre y no ha tenido ya convulsiones, sin darle paracetamol para cortarle la fiebre.
– yo he tenido crisis de migrañas, en las que comer cualquier alimento me las desencadena. Ni el neurólogo ni el de digestivo me dieron ninguna solución. Pilar me dio un tratamiento para depurar y otro para las crisis de migrañas, y desde el primer momento mejoré. Ahora estoy con otro tratamiento para el dolor de cabeza crónico y ya no tomo antiinflamatorios (que antes estaban a la orden del día).
– estuve unos meses con trastornos hormonales, similares al inicio de menopausia, pero siendo aún joven para ello. El ginecólogo vio que no habia nada raro en la revisión y se encogió de hombros. Pilar me puso un tratamiento, y me desapareció el síndrome premenstrual y se me volvió a regular el ciclo.
Sólo tengo palabras de agradecimiento, por su ayuda y su cercanía, y por estar siempre ahí.